Si nunca fueron a Paris hoy los voy a tentar …¡París! O como la llaman los parisinos Parii, es conocida por ser una ciudad hermosa y romántica con algunos de los mejores restaurantes de la tierra! Por supuesto, en una ciudad conocida por su gastronomía, las panaderías deberían estar de primeras en el Top List de comidas. París tiene más de 30,000 panaderías, cada una ofrece su propia versión única de productos horneados franceses. ¿Pueden creerlo? Pure heaven…La panadería del barrio, o La boulangerie es un elemento básico en la vida cotidiana de Francia. Los lugareños suelen visitar su panadería todos los días en busca de pasteles y pan fresco. En Francia, es muy importante comer ingredientes frescos y deliciosos, ¡especialmente pan! es bastante común ver a los parisinos caminando a casa al final del día con una baguette o dos. Los más populares en cualquier panadería parisina son el croissant mantecoso, el indulgente pain au chocolat y, por supuesto, la baguette.
Comencemos con el más tradicional, la baguette. Este pan largo y delgado es una parte importante de la mayoría de las comidas en Francia. Se puede disfrutar en cualquier momento del día, en sí mismo, como un sándwich, o un acompañamiento para literalmente cualquier plato que puedas imaginar. Sin embargo, no todo pan francés es una baguette, y las regulaciones sobre este pan icónico son bastante estrictas. En primer lugar, hay dos tipos de baguettes, la baguette liviana y pastosa, y la tradición de baguette más crujiente. Segundo, para llamarse baguette, la barra debe medir entre 55-70 cm de largo y pesar 250-300 gramos. En realidad, hay un concurso anual entre todas las panaderías de París para ver quién puede hacer la mejor baguette.
Cuando te imaginas panaderías parisinas, ciertamente piensas en un croissant, o quizás en un pain au chocolat. Estos son los dos pasteles más populares en las panaderías parisinas, ¡y por una buena razón! Los cruasanes mantecosos y un café au lait son la preparación perfecta para la mañana, y no se puede superar un delicioso pain au chocolat y un espresso para un suntuoso desayuno. Originalmente, se cree que estos tipos de pasteles llamados vienoisseries fueron traídos a Francia desde Viena por la propia María Antonieta.
Los croissants se desarrollaron a partir del kipferl austríaco, que se hizo famoso en Francia en 1839 cuando un oficial de artillería austríaco pasó por una panadería vienesa en París, promoviendo rápidamente los panecillos de levadura. Los panaderos franceses pronto adaptaron la receta, creando el croissant francésLos macarons, – debo hacer una pausa, fueron mi obsesion por mucho tiempo desde la primera vez que visite Francia, era muy difícil de encontrar en mi país natal así que tuve que aprender hacerlos, obviamente al principio no salía nada parecido a un macaron pero para la cena de un fin de año logre presentar unos lindos macarons – ahora volviendo al tema, son galletas de merengue de almendra, originalmente introducidas desde Italia. Se dice que un pastelero en el infame Ladurée junto dos macarons, pegándolos con crema de mantequilla, mermelada o ganache. La nueva galleta se hizo conocida como el macaron francés en la década de 1830. Ahora se producen sabores de todo tipo y de todos los colores.
Cuando el clima comienza a calentarse en París significa que la temporada de picnic ya está por llegar y las baguettes son la base perfecta para un sándwich, y los macarons o un croaissant como pare del postre final o para un desayuno de campeones, no importa la hora yo me los como igual. Imagínense ser lugareños y hagan un increíble almuerzo de picnic en los jardines de las Tullerías, o en la orilla del río frente a la catedral de Notre-Dame. Heave is where you’ll be.
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